El método óptimo para el control a la exposición de humos de soldadura es aquel que se adapte perfectamente a la naturaleza del proceso productivo. En este artículo, repasamos las principales alternativas disponibles.
La soldadura de calidad requiere de habilidad, concentración y también exige un entorno de trabajo seguro. Dado que los procesos de soldadura generan chispas, destellos de luz y humos, es de suma importancia contar con un lugar de trabajo seguro y con aire de buena calidad.
Muchos soldadores experimentan molestias al realizar su trabajo debido principalmente a la ausencia de un sistema de extracción y ventilación adecuado.
¿Cuál es el sistema de extracción y ventilación adecuado para realizar trabajos de soldadura?
La respuesta correcta es “depende del tipo de trabajo que se realice”. Esta es la razón por la cual existen distintas soluciones. Ejemplo de éstas son los equipos móviles, los sistemas con brazos de extracción, los bancos de trabajo; las áreas delimitadas y la ventilación general.
Directrices generales
Idealmente siempre se buscará capturar el humo lo más cerca posible del punto donde se origina. De esta manera protegemos al soldador y evitamos la dispersión del humo por el lugar de trabajo, con lo cual protegemos a las otras personas que, aunque no sueldan, realizan labores de apoyo o supervisión. Es por esto que siempre se verá la posibilidad de implementar extracción localizada en primera instancia.
Adquirir un equipo confiable es un primer paso, pero también es crucial que los empleados acepten posibles cambios en las rutinas de trabajo para garantizar los resultados deseados. La facilidad de uso del sistema de extracción debe considerarse al momento de seleccionar la solución.
Casos que se solucionan con extracción localizada
Si el trabajo de soldadura se realiza sobre mesón y se trabaja con piezas pequeñas cuyo peso no superen los 200 kg, la solución ideal es el DRAFTMAX, banco de trabajo de 130 cm de ancho y 0.75 m de profundidad con extracción frontal y por debajo de la superficie de trabajo. Ideal para captar y filtrar humos de soldadura y material particulado metálico producto del desbaste.
Si se requiere cubrir áreas de trabajo mayores, por ejemplo, mesones de 3 m por 1,5 m que se encuentran dispuestas dentro de una zona de soldadura delimitada por biombos, resulta ideal contar con brazos de extracción de alcance adecuado. Normalmente este tipo de extractor se instala en pilares estructurales del edificio. Existen soluciones para 1, 2 o múltiples puestos de soldadura. Estos brazos de extracción se conectan a una red central que lleva los humos hasta una unidad de filtración que captura el material particulado metálico. El aire filtrado se puede descargar al ambiente o recircular dentro del mismo recinto.
Existen también unidades móviles las cuales recomendamos para trabajos de reparación en naves de trabajo. Vale decir cuando el soldador debe desplazarse para reparar equipos instalados en una nave de producción. Si el trabajo es estacionario es preferible una solución estacionaria.
Casos en que la filtración general es la solución
Trabajos como armado de parrillas o fabricación de estructuras de grandes dimensiones que generalmente se trabajan sobre caballete o sobre el piso son caso en los que el uso de brazos de extracción más que una solución es un trabajo adicional para el soldador. Lo mismo ocurre en grandes naves de producción con muchos soldadores donde se trabaja reparando o fabricando tolvas para camiones mineros u otros elementos de gran envergadura y en la fabricación de tuberías para transporte de fluidos (spools). En la mayoría de estos casos no hay puestos determinados de soldadura, sino que el trabajo se realiza en el lugar donde se deposita la pieza.
El resultado es generación de humos de soldadura en distintos y múltiples frentes donde el uso de brazos de extracción no es practicable, dada la naturaleza variable del layout en la zona de trabajo.
¿Qué hacer en estos casos?
Evitar que la concentración de material particulado aumente con el correr del tiempo, vale decir implementar un sistema de ventilación y filtración general que permita remover el humo en la medida que se genera y por tanto mantener la concentración en niveles mínimos. Esto se puede lograr utilizando cualquiera de los sistemas que exponemos a continuación:
Sistema Push-Pull
Este sistema se basa en el hecho de que el humo de soldadura naturalmente sube mientras su temperatura sea mayor a la temperatura ambiente, deteniéndose entre los 4 y 6 metros de altura. Dado esto es que este sistema empuja el humo desde un punto de presión positiva a otro de presión negativa, barriendo constantemente el humo de la parte alta de la nave de producción. Con ello se evita la acumulación y por ende el aumento de la concentración de los contaminantes. La mezcla aire-humo, captado en la matriz de presión negativa, se hace pasar por un filtro, conduciéndose posteriormente el aire filtrado a la zona de presión positiva y generando así la recirculación. Dependiendo del tipo de soldadura que se utilice y la cantidad de soldadura consumida en el turno se definirá una tasa de renovación que permita minimizar la concentración de material particulado metálico.
Torres de Filtración
Este es otro método de barrido de material particulado, captura y filtración del mismo para reinyección dentro de la nave de producción. Este método genera el movimiento de una gran masa de aire que similar al principio de los equipos de aire acondicionado recirculan aire dentro de un recinto, en este caso con el fin de mantener la concentración de humos y material particulado metálico en suspensión, producto de tareas de desbaste por debajo de los requerimientos normativos.
Ambos sistemas permiten a los soldadores realizar su trabajo en forma normal y al resto del personal gozar de aire de buena calidad para realizar sus labores en un ambiente con bajos índices de contaminantes. Es importante señalar, sin embargo, que los soldadores deben mantener su protección respiratoria al optar por un sistema de ventilación general.
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