FILTRACIÓN DE
POLVO EN SUSPENSIÓN

Controlar la generación de polvo y evitar su dispersión por el recinto de trabajo protege tanto la salud de las personas, como la vida útil de la maquinaria y las finanzas de la empresa. Cualquier exposición a polvo supone un riesgo. Los efectos sobre la salud y el nivel de gravedad de las enfermedades generadas dependen del tipo de partículas, no obstante, no hay polvos inocuos por lo que es una necesidad evitar su diseminación por el recinto de trabajo.

Respirar aire que contiene polvo en suspensión genera enfermedades tales como Asma, Bronquitis Crónica y Enfisema Pulmonar. Las neumoconiosis son enfermedades pulmonares que se producen por deposición de polvo, mineral u orgánico y la consecuente reacción del tejido pulmonar a su presencia.
Todo elemento extraño que ingrese a los pulmones y cuyo tamaño sea menor a 5 micras, no podrá ser expulsado del organismo. El sistema inmune intentará aislar los cuerpos extraños. Es así que las células macrófagas actúan recubriéndolos para disolverlos, pero no lo logran. Éstas transportan los cuerpos extraños a las paredes del pulmón, generándose un tejido fibroso que se expande por toda la pared pulmonar.
El daño provocado por estas diminutas partículas es irreversible aun cuando la persona ya no siga expuesta al contaminante que gatilló el proceso descrito. Por las razones antes expuestas es que las buenas prácticas en los procesos productivos contemplan métodos de control que evitan la contaminación del aire con polvo en suspensión.

¿Cómo evitar la exposición al polvo en suspensión?

Como primera medida se deben aplicar las mejores prácticas de proceso que permitan minimizar la generación de material particulado. Para la fracción que no pueda controlarse deberá diseñarse un mecanismo de control.
En primer lugar, se debe considerar que la captación del contaminante se realice lo más próximo posible al punto de origen. De esta manera se minimizará el flujo de aire requerido para movilizar el polvo fugitivo, lo que significará una menor inversión en el sistema de control y un menor costo de operación. Una vez captado el polvo, debe transportarse a través de un conducto a una velocidad tal que evite su deposición dentro el mismo.
Todo sistema de control de polvo debe considerar una batería de filtros que permitan separar primero la fracción más gruesa en preseparadores y la fracción de menor tamaño en filtros de clase L, M o H dependiendo del contaminante.

Beneficios del control de la polución

Al captar el contaminante en el lugar donde es genera, se consigue un recinto de trabajo con aire limpio, lo cual permite cumplir la normativa y proteger la salud de todas las personas que trabajan en él. Al contar con un sistema de captura en la fuente se reducen además las horas dedicadas a limpieza lo que permite aumentar la productividad.

Al evitar que el polvo ambiental contamine circuitos eléctricos o que ensucie descansos, rodamientos y otras piezas mecánicas de los equipos, se reducen los costos de mantención y de reposición de repuestos.

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